domingo, 6 de enero de 2013

¿PODEMOS HABLAR DE UNA ÉTICA GLOBAL DE Y PARA LOS Y LAS OPRIMIDOS/AS?

PLANTEAMIENTO DE LA CUESTIÓN Y EL PROBLEMA:

Siendo la cuestión de la ética una de las tareas filosóficas más clásicas, y habiendo planeado correctamente Fernando Savater el problema para el siglo XX, quizás podamos realizar algunas preguntas propias para este nuevo siglo:

-         ¿Hay problemas éticos nuevos ya para este siglo de la Globalización?; y de ser afirmativa la pregunta, ¿cuáles serían?
-         Siguiendo a Paulo Freire y su Pedagogía de los oprimidos, ¿hay clases y/o estratos y/o colectivos sociales que se benefician más y que claramente salen perdiendo can la actual situación de falta –o sobre- de ética en el Mundo global que habitamos?
-         ¿Qué praxis podríamos proponer como alternativa para modificar la actual situación respecto a la ética –si hiciese falta proponer alguna?

No siendo la hora de las respuestas concluyentes (y quizás esa hora nunca llegue) podemos adelantar algunas hipótesis:

-         En el reino global del mercado –sobre todo tras la “crisis de la deuda” desde el año 2008, el Mundo vive sumido en la peor de sus crisis: una crisis de la ética a escala planetaria, que se esconde tras las gravísimas crisis de orden económico, político, social y humanitario.
-         Esta CRISIS GLOBAL DE LA ÉTICA perjudica claramente a los colectivos y clases más desfavorecidos por el imperio del mercado: las personas pobres –sobre todo del Sur, y más desprotegidos/as: los/as niños/as y los/as ancianos/as, ante la adolescencia de un Estado del Bienestar en esas regiones del Globo-; las mujeres, y las clases medias –principalmente del sur de Europa, ya que las de las regiones del Tercer Mundo ya están acostumbradas a “buscarse la vida” manteniendo una conciencia de clase en sí y para sí-.
-         En relación a los temas nacionales y religiosos, dejo el debate a los/as colegas antropólogos/as.
-         Se propone como praxis LA MICROFÍSICA DEL PODER de M. Foucault, siendo que los/as poderosos/as no están dispuestos/as (ni en las finanzas, ni en la política ni en lo social) a dar ejemplo y comportarse con dignidad, honestidad, discreción y fraternidad –¿qué podemos esperar de esa tropa: los Rato, los Montoro, las Merkel, los Chávez, etc.?-.

DESARROLLO DE LA CUESTIÓN:

Llegados a este punto debemos matizar la primera cuestión: la denominada “crisis global de la deuda” no comenzó en los Mercados de Valores, sino en el mercado hipotecario de los Estados Unidos, debido a la codicia de los/as de siempre. Esto nos da la primera pista acerca del carácter ético de esta crisis. La misma se ensanchó por el planeta rápidamente –a la velocidad de los Megas de los ordenadores de los/as agentes de Bolsa-, ensuciando de aceite pringoso los mercados (siempre y por definición especulativos) del Mundo.
La falta de respuesta coherente y coordinada del autodenominado G-22, pese a las propuestas europeas (sobre todo de Francia y España) y latinoamericanas (fundamentalmente del Brasil), e incluso de los EE. UU. con Obama, nos han dejado a todos huérfanos de políticas económicas anticíclicas por el poder germánico hegemónico en la vieja Europa.
La impotencia de las regiones más pobres (África sub-sahariana; América Latina y el Caribe con las excepciones de Cuba, República Dominicana, El Salvador, Costa Rica, Nicaragua y gran parte de Sudamérica; y la mayoría de los países asiáticos) y la codicia de gobernantes corrompidos y empresarios/as corruptores y corrompidos, han dejado desamparados a millones de personas que sufren desnutrición y guerras. Entre otras cosas, para que el ordenador portátil del autor de estas reflexiones cargue sus baterías mediante el coltán. Estos países adolecen de un Estado del Bienestar que proteja a esos personas, ya que desde el Norte desarrollado siempre se ha privilegiado la “distribución internacional del trabajo” sobre políticas de distribución y redistribución de las riquezas.
Pero en el Tercer Mundo las clases medias has asumido su condición de tales y han aprehendido a defender su estatus, tejiendo redes solidarias, muchas veces mediante las TICs. Las clases medias de Europa –sobre todo de Gracia, Portugal, España e Italia- están aprendido ahora (a base de “primaveras” como el 11M español) que nadie regala nada en el mercado.
Y respecto al famoso “mercado”, ya está bien de invisibilidades de las manos: corramos el velo alienante para ver la realidad de sus rostros: los Morgan, los Botín, los especuladores alemanes, argentinos, ingleses, hindúes, sudafricanos, etc. En definitiva: el mercado ya hace al menos un siglo que ha dejado de producir bienes y servicios para la mayor ergonomía de las gentes, para producir aquellos que le son propio para la especulación que les permite a los Bill Gates vivir mejor que el Sah de Persia.
No nos interesan tanto en estas líneas, exponer cuestiones antropológicas como las de los pueblos nacionales y las identidades étnicas y religiosas afectadas en este conflicto ético de clases, ya que creemos que –pese a la importancia de las mismas, descuidada por algunos filósofos como J. Habermas-, corresponden a análisis culturales ajenos a estas reflexiones éticas.
Y visto que ningún/a poderoso/a parece dispuesto (desde las finanzas y la economía, desde la política o desde el espacio de la sociedad civil como los sindicatos) a dar el ejemplo en toda la magnitud necesaria para afrontar esta crisis, proponemos una acción en las “trincheras” de esa sociedad civil para –con Gramsci y con Foucault-, reivindicar una praxis política moralmente más justa: la de la ética de la salud mental y corporal igualitaria, la de la educación como principio igualador de las personas, la de la libertad, la igualdad y la de la solidaridad.

EN DEFINITIVA, REIVINDICAMOS LA ÉTICA DEL SOCIALISMO DEMOCRÁTICO.

Ayuntamiento de Lisboa, epicentro de la Revolución de los Claveles.